Detener la marcha hacia la hambruna

La gente está desesperada por contar sus historias
“Yo hace poco subí a la costa occidental de Yemen, a lo largo de una estrecha franja de tierra entre las líneas del frente, para tratar de llegar a los hogares que realmente no han podido acceder a la ayuda humanitaria. La gente de estas zonas estaba desesperada por contar sus historias.
Normalmente son las madres las que quieren contarte cómo están luchando para conseguir acceso a las escuelas para sus niños y niñas, acceso al agua, a los alimentos o a los hospitales. Es un grito de ayuda, un grito al que debemos prestar atención.
En un lugar, vimos una escuela que había sido destruida en un ataque con mortero, y la zona estaba contaminada por minas terrestres, por lo que no se podían cosechar los cultivos. El agua potable y la ayuda médica estaban al otro lado de la línea de combate y la gente se sentía atrapada por todos lados.
Escuchamos este tipo de historias una y otra vez y, cada dos o tres días, leo informes de otro herido por una mina terrestre o un artefacto sin explotar, y la víctima suele tratarse de un niño.
Grandes brechas en los mecanismos de financiación de emergencia

Afortunadamente, hemos podido conseguir suficientes mecanismos de financiación, sobre todo entre abril y junio, para detener la marcha hacia la hambruna, pero esto es frágil y [es un esfuerzo que] necesita ser mantenido en el tiempo.
Hemos recibido aproximadamente 2.100 millones de dólares hasta ahora, y la semana pasada hemos visto compromisos adicionales de aproximadamente 600 millones de dólares. Así que nos acercamos un poco más, pero seguimos sin llegar a los requerimientos totales.
Hay enormes brechas en áreas como sanidad, educación, agua, saneamiento, apoyo a la protección para la erradicación de minas terrestres y municiones sin explotar. Todas estas áreas están infrafinanciadas en un 80 u 85%.
Hemos podido llegar a niños y niñas en riesgo de malnutrición, pero el mecanismo de financiación debe continuar hasta finales de este año y hasta 2022. Y tenemos que empezar a prepararnos para ese impulso en pro de más financiación durante el próximo año.
La pandemia de la COVID-19 está complicando lo que ya es una situación muy difícil. He estado en muchos hospitales sobre el terreno y he visto lo abarrotados que están. Como las clínicas ya no funcionan fuera de las capitales de provincia, falta espacio y las camas están llenas. Las madres han sido rechazadas y se les ha dicho que vayan a otra provincia.
Así que la COVID-19 no hace más que añadir esa carga a todo lo demás, incluidas las muchas otras enfermedades que afectan al pueblo yemení.
La ONU puede hacer la diferencia
Hay tres cosas que realmente necesitamos en Yemen en este momento. Una es mantener la respuesta humanitaria y evitar que la gente caiga en la hambruna o la malnutrición aguda.
La segunda es dar un paso atrás y analizar por qué existe esta catástrofe humanitaria. Esta catástrofe está, por supuesto, relacionada con la guerra, pero ésta ha destruido la economía y la mayoría de la gente ha perdido su trabajo, por lo que no puede permitirse comprar alimentos. Incluso en medio de un conflicto, tenemos que adoptar un enfoque más económico para complementar la asistencia humanitaria y encontrar formas de desbloquear la economía y ayudar a las empresas a abrirse cuando sea posible, y generar puestos de trabajo e ingresos para que las familias puedan comprar sus propios alimentos.
Y, por supuesto, el tercer elemento que necesitamos es un acuerdo político para poner fin al conflicto. Sin embargo, no tenemos que esperar a un acuerdo político para empezar con la parte económica. Podemos hacer mucho ahora mismo, si somos capaces de movilizar la voluntad política.
Eventualmente, esto terminará. Estas cosas siempre terminan en algún momento. Mi mayor temor en este momento es que este conflicto siga y siga. He trabajado en otros países en los que este tipo de situación se ha prolongado durante unos 20 o 25 años, y eso transforma fundamentalmente el país hasta el punto de no poder volver a las normas sociales y al desarrollo que existían antes.
Acepté este trabajo porque creo que hay una esperanza real de cambiar las cosas, pero ahora es el momento de detener este conflicto, antes de que perdamos una generación completa de jóvenes que no conocerán más que la guerra”.
David Gressly fue entrevistado recientemente por Melissa Fleming, Secretaria General Adjunta de Comunicaciones Globales de las Naciones Unidas, para el reciente episodio del podcast Awake at Night. Para saber más, consulte el reciente episodio: Ellos quieren que cuente su historia (disponible en inglés).
La historia fue publicada originalmente en inglés en Noticias ONU. Para más información sobre el trabajo de las Naciones Unidas en Yemen, visite Yemen.UN.org.
Para saber más sobre el sistema de coordinadoras residentes revitalizado de la ONU, consulte el último informe de la presidenta del GNUDS sobre la Oficina de Coordinación del Desarrollo.

















