Somalia está en la senda de la recuperación, pero perduran importantes desafíos

Llegué a Somalia en septiembre de 2019, dos décadas después de haber trabajado aquí anteriormente. Yo sabía que estaba asumiendo una misión desafiante, pero también tenía ganas de ver el progreso de Somalia. Afectada por décadas de conflicto, crisis climáticas recurrentes, brotes de enfermedades y pobreza, a Somalia a menudo se le llamaba ‘Estado fallido’. La narrativa está cambiando ahora y, aunque el proceso es frágil, Somalia está en camino hacia la estabilidad, y la resiliencia del pueblo somalí es insuperable. Dicho esto, no nos hacemos ilusiones: siguen existiendo importantes desafíos y debemos trabajar aún más para preservar los logros alcanzados hasta la fecha. La trayectoria ascendente de Somalia es evidente en el auge de la construcción, como señaló un analista—el sonido del martillo está sustituyendo al de los disparos en la capital de Somalia.
La ONU ha apoyado estrechamente al pueblo somalí desde el nacimiento de la República en 1960. En la actualidad, los distintos mandatos de la ONU se ejecutan a través de 26 organismos, fondos y programas (tanto residentes como no residentes), una misión política (UNSOM) y una misión de apoyo logístico (UNSOS). El compromiso de las Naciones Unidas con la causa somalí se articula en detalle en el Marco de Cooperación de las Naciones Unidas para el Desarrollo Sostenible (UNSDCF 2021-2025), que refleja las prioridades del Noveno Plan Nacional de Desarrollo de Somalia (NDP-9).
En el momento más álgido de la pandemia de COVID-19, las Naciones Unidas se movilizaron para ayudar al Gobierno somalí a responder al brote del virus. Seguimos apoyando a las autoridades somalíes para tratar de derrotar esta pandemia y animar a la población a vacunarse. También se están celebrando elecciones en Somalia. La ONU está apoyando el proceso para garantizar que las elecciones se celebren de forma pacífica y transparente, al tiempo que aboga por una cuota del 30% de mujeres en la legislatura somalí.
Si bien estos son signos alentadores de progreso, no debemos olvidar los desafíos que tiene Somalia desde hace tiempo. Según las previsiones de la ONU para el próximo año, se calcula que 7,7 millones de somalíes (casi la mitad de la población del país) necesitarán ayuda humanitaria y protección. Las mujeres y niñas siguen siendo las más afectadas por las complejas crisis humanitarias de Somalia, especialmente entre las comunidades de desplazados internos. Ante la grave sequía actual, el Gobierno somalí declaró el estado de emergencia humanitaria el 23 de noviembre. Sin embargo, ni el Gobierno ni la comunidad humanitaria tienen los recursos adecuados para responder. Cuando faltaba un mes para que termine el año, el Plan de Respuesta Humanitaria 2021, orientado a recaudar 1.090 millones de dólares, sólo estaba financiado en un 70%. Se necesitan urgentemente recursos adicionales para evitar que la grave situación humanitaria se convierta en una catástrofe, por lo que continuamos comprometiendo a los asociados en este tema. A este respecto, realicé misiones en Europa en octubre y en el Golfo en septiembre. A lo largo de mis interacciones con los asociados, hice hincapié en la necesidad de contar con más fondos para hacer frente a la creciente crisis humanitaria de Somalia y expliqué con detalle cómo la inacción no sólo supone el riesgo de que se reviertan los avances, sino que pone en peligro la vida de millones de somalíes.
A través de mis visitas sobre el terreno en Somalia, también he visto de primera mano la sombría realidad de las adversas condiciones climáticas. Somalia está sin duda en primera línea del cambio climático. Las sequías e inundaciones recurrentes están provocando desplazamientos generalizados, una rápida urbanización, hambre, malnutrición y pobreza. El cambio climático también se considera cada vez más como el motor de los conflictos y una amenaza para la seguridad del país, ya que la lucha por los escasos recursos profundiza las divisiones. Además, la pérdida de los medios de vida tradicionales hace que la población sea vulnerable al reclutamiento por parte de grupos armados como Al-Shabaab. Somalia vive actualmente una tercera temporada consecutiva de lluvias por debajo de la media, y casi el 80% del país sufre condiciones de sequía, escasez de agua y muerte del ganado. Uno de cada cinco somalíes no tiene suficiente agua para cubrir sus necesidades básicas. Como nota positiva, en el marco de los esfuerzos por mitigar la emergencia climática, el gobierno, con el apoyo de las Naciones Unidas, ha adoptado recientemente una ambiciosa Contribución Determinada a Nivel Nacional para alcanzar los objetivos climáticos mundiales, en la que Somalia se compromete a reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero en un 30% para 2030.
Las crisis de Somalia son polifacéticas y requieren soluciones integrales de todas las partes interesadas. Es nuestra responsabilidad colectiva apoyar los esfuerzos del pueblo somalí para hacer frente a estas crisis y encontrar soluciones duraderas que creen resiliencia frente a futuras crisis. No debemos fallar a las personas a las que nos comprometimos a servir.
Adam Abdelmoula, Representante Especial Adjunto del Secretario General de las Naciones Unidas, Coordinador Residente y Humanitario para Somalia, celebró el lunes 20 de diciembre una conferencia de prensa sobre la situación en Somalia, donde las Naciones Unidas y sus asociados están poniendo en marcha un Plan de Respuesta Humanitaria de casi 1.500 millones de dólares. Aproximadamente 7,7 millones de personas en el país necesitarán asistencia y protección en 2022, lo que supone un aumento del 30% en sólo un año.
Escrito por Adam Abdelmoula, Representante Especial Adjunto del Secretario General y Coordinador Residente y Humanitario para Somalia. Para más información sobre el trabajo de las Naciones Unidas en Somalia, visite: Somalia.UN.org.
Para obtener más información sobre la revitalización del sistema de Coordinadores Residentes de las Naciones Unidas, consulte la sección dedicada al tema en el informe de la presidenta del GNUDS sobre la Oficina de Coordinación del Desarrollo.
















