Un punto crítico que se adelantó a su tiempo: Kosovo* lleva sintiendo el calor desde los años 60

Escrito por Fjollë Caka, Embajadora del Clima 2021 de la Red Global de Jóvenes por el Clima del Grupo del Banco Mundial y planificadora urbana en ONU-Hábitat.
Según un reciente informe (disponible en inglés) de la ONU, el cambio climático se está produciendo a un ritmo más rápido de lo que se pensaba.
Esto no es nada nuevo en los Balcanes Occidentales, que se consideran uno de los puntos calientes del cambio climático en el mundo.
Kosovo ha sufrido olas de calor desde los años 60, lluvias intensas seguidas de inundaciones desde los años 80 e incendios forestales desde la década de 2000. Se registraron sequías en 1993, 2000, 2007, 2009 y 2012.
Las cosas van a peor

Si crees que eso es malo, considera esto: Los Balcanes Occidentales han experimentado un aumento de los fenómenos meteorológicos y climáticos extremos.
Tomemos como ejemplo las inundaciones de enero de 2021—causadas por las fuertes lluvias y el aumento de la nieve derretida debido al repentino aumento de la temperatura. Muchas carreteras ribereñas se inundaron, los puentes se destruyeron y el suministro de agua se cortó en Pristina y otras zonas. La población tuvo que ser evacuada.
Los incendios de julio-agosto de 2021 tuvieron unos 473 focos activos en tres regiones. Estos incendios agotan aún más nuestros bosques—los cuales constituyen el recurso más importante de Kosovo para reducir el dióxido de carbono y combatir el cambio climático.
O recordemos la sequía de julio de 2017, que redujo la producción de cereales hasta en un 30% y la de maíz en un 60%. Muchos agricultores quedaron en la miseria.
También hay otros ejemplos, como la disminución de los recursos hídricos, o la reducción del número de días de nieve, que casi nos hace olvidar lo que es tener nieve en Nochevieja.
Puede que algunos en Kosovo no vean nada malo en este cambio de las condiciones climáticas. Algunos pueden incluso decir que el clima más cálido beneficia a los negocio—como un joven que estableció el mayor huerto de arándanos de Kosovo.
Pero los cambios climáticos en otros países todavía pueden causar trastornos aquí en Kosovo, como cuando una primavera cálida en 2018 llevó a una temporada de cosecha más temprana—lo que hizo que nuestro joven agricultor de arándanos se enfrentara a la caída de los precios y de los beneficios, y a amenazas contra su propia fuente de sustento
La avalancha climática que se avecina
Según la última evaluación del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático, se prevé que los Balcanes Occidentales se enfrenten a un aumento de las temperaturas y a cambios en los patrones de precipitación, lo que provocará largos periodos de sequía, así como un aumento de la erosión del suelo, de los incendios forestales y del riesgo de inundaciones.
Se prevé que las temperaturas en las zonas de montaña aumenten más que la media mundial, reduciendo los días de nieve y aumentando las inundaciones de primavera. Aumenta el riesgo de escasez de agua y la competencia entre los distintos usuarios del agua (agricultura, industria, turismo, hogares), especialmente durante el verano.
La demanda de energía aumentará, por ejemplo, para permitir el aire acondicionado o la refrigeración. Esto, a su vez, conllevará aún más emisiones y contaminantes atmosféricos, que ya son elevados en toda la región.
Los impactos climáticos conexos afectarán gravemente a los ecosistemas y a la distribución de las especies, al ciclo del carbono terrestre, a la producción de alimentos, a las infraestructuras y al bienestar y la salud en general.
Aunque esta “avalancha” climática se aproxima, aún hay tiempo para actuar y reducir su impacto.
Soluciones en marcha

La forma en que hemos estado produciendo alimentos (agricultura intensiva basada en productos químicos) y consumiéndolos (dietas intensivas basadas en la carne, envío de alimentos exóticos a largas distancias, desperdicio de alimentos), la producción de energía, el funcionamiento de las fábricas, los viajes (con combustibles fósiles), la forma en que construimos nuestras casas y ciudades (ciudades en expansión, pérdida de espacios verdes), la forma en que nos bañamos, en que lavamos los platos, la ropa y los patios (desperdiciando agua o contaminando los ríos), y la elección de nuestra ropa (procedente de industrias contaminantes), ha cambiado al clima.
En la Conferencia de las Partes de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP26) de este año, los países comprometidos en el Acuerdo de París se están reuniendo para acelerar sus planes de reducción de emisiones, fomentar la restauración de los ecosistemas y la creación de resiliencia, colaborar con otros y movilizar la financiación, especialmente apoyando a los países en desarrollo.
La Unión Europea se ha comprometido a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 60% para 2030. Esto sólo puede lograrse con una mayor acción climática en Kosovo y el resto de los Balcanes Occidentales.
Si hemos sido capaces de alterar el clima global hasta este punto, seguramente debemos ser capaces de explorar formas alternativas para sostener Kosovo—y la Tierra—y limitar una mayor destrucción.
Este blog se publicó originalmente en su totalidad en el sitio web del Equipo de las Naciones Unidas en Kosovo como parte de la serie de campañas de Acción Climática en Kosovo. También está disponible en albanés y en serbio. Fue adaptado aquí por Michal Shmulovich y Paul VanDeCarr, Oficina de Coordinación del Desarrollo. Para saber más sobre el trabajo de la ONU en Kosovo, visite Kosovoteam.UN.org. Para saber más sobre los resultados de nuestro trabajo en esta zona y en otras, lea el último informe de la presidenta del GNUDS sobre la Oficina de Coordinación del Desarrollo.
*Todas las referencias a Kosovo se entenderán en pleno cumplimiento de la Resolución 1244 (1999) del Consejo de Seguridad de la ONU.