Financiación de la adaptación al clima en los países menos desarrollados: Una historia desde Burundi

Burundi es uno de los 46 países incluidos en la lista de países menos adelantados (Least Developed Countries, LDCs, en inglés); una categoría que se refiere a los Estados de bajos ingresos que se enfrentan a graves desafíos estructurales para el desarrollo sostenible. Estos países tienen bajos niveles con respecto al capital humano y son más vulnerables a las crisis económicas y medioambientales.
Aunque los países menos adelantados son los que menos han contribuido a los niveles mundiales de emisiones de carbono, se encuentran en la primera línea de la crisis climática. Mientras la Asamblea General de la Naciones Unidas se reúne hoy para debatir los avances en la aplicación del Programa de Acción de Doha para los Países Menos Adelantados para 2022-2031 (Doha Programme of Action for Least Developed Countries 2022-2031, en inglés), exploramos cómo el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) están trabajando juntos para ayudar a financiar la innovación tecnológica con el fin de apoyar a las comunidades de Burundi a adaptarse a la subida del nivel del agua y crear resiliencia a las inundaciones y sequías inducidas por el clima.
En la comuna de Mpanda, en el noroeste de Burundi, una larga cinta de caucho – de un metro de alto y dos de ancho – serpentea por el terreno de un agricultor antes de desaparecer entre el follaje.
Una mujer está sembrando sus cultivos junto a la estructura, que está abarrotada de agua y rodea gran parte de la comuna.
La cinta de caucho, llamada Slamdam, está diseñada para proteger a Mpanda y a sus 25.000 habitantes de las inundaciones, a la vez que sirve de almacén de agua durante las épocas de sequía, que constituyen condiciones meteorológicas extremas que se prevé que sean más frecuentes a medida que cambie el clima de Burundi.
"El proyecto ha sido muy bien recibido por la población local", dijo el residente Gerard Bucumi. "El coste de la instalación fue muy barato".

Slamdam forma parte de una oleada de tecnologías de vanguardia que los expertos esperan que ayuden al mundo en desarrollo a adaptarse a los efectos del cambio climático, que incluye inundaciones, aumento de los mares, temperaturas abrasadoras y tormentas más severas. África es especialmente vulnerable. Sólo aporta alrededor del 4% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero y, sin embargo, 6 de los 10 países más amenazados por el cambio climático se encuentran en el continente.
"Hoy en día, nos estamos tambaleando por los impactos del cambio climático", dijo Alvin Chandra, Jefe de la Red Global de Adaptación del PNUMA. "La realidad, por tanto, es que incluso si de repente detuviéramos todas las emisiones de gases de efecto invernadero, seguiría siendo urgente que el mundo se adaptara para soportar los fenómenos meteorológicos extremos. La innovación tecnológica para la adaptación abre la puerta a soluciones a gran escala".
Si el mundo no empieza a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero inmediatamente, la necesidad de innovación tecnológica para adaptarse al cambio climático no hará más que aumentar, dicen los expertos.
En la carrera para adaptarse
A través del Acelerador de la Innovación Climática del Fondo de Adaptación (Fund Climate Innovation Accelerator, AFCIA, en inglés), el PNUMA, el Centro y la Red de Tecnología del Clima (Climate Technology Centre and Network, en inglés) y el PNUD están administrando subvenciones para tecnologías de adaptación innovadoras, como Slamdam. La esperanza es que estas soluciones puedan ampliarse para ayudar a África a aumentar su resiliencia ante las inundaciones y la sequía. (La tercera convocatoria del fondo está abierta a solicitudes hasta el 30 de septiembre de 2022).
Según el Informe sobre la Brecha de Adaptación 2021 del PNUMA, existe una necesidad urgente de ampliar las medidas de adaptación al clima y su financiación. Los costes de adaptación estimados en los países en desarrollo son entre cinco y diez veces mayores que los flujos de financiación pública para la adaptación, y la brecha se está ampliando.
El PNUMA tiene el mandato de ayudar a los Estados miembros a ampliar la planificación y las medidas de adaptación al cambio climático. Junto con sus asociados en la ejecución sobre el terreno, el PNUMA ha apoyado unos 70 proyectos de adaptación en más de 50 países. En 2020, su cartera de proyectos de adaptación había movilizado 340 millones de dólares gracias a los mecanismos de financiación del Fondo para el Medio Ambiente Mundial (FMAM), el Fondo Verde para el Clima y el Fondo de Adaptación.
Conteniendo las aguas
Slamdam es una tecnología portátil que se inventó en los Países Bajos. Según Omar Saleh, Director General de Zephyr Consulting, que ayudó a instalar la Slamdam en Mpanda, dos personas pueden llenar un tramo de 100 metros de la barrera contra inundaciones en una hora bombeando agua en ella desde un lago o río cercano. Construir una barrera contra inundaciones tradicional de 100 metros con sacos de arena llevaría a 14 personas al menos 20 horas, dijo.

Saleh explicó que Mpanda es una zona especialmente propensa a las inundaciones, que destruyen los cultivos y disuaden a la comunidad de plantar.
"Slamdam pudo aprovechar el agua de las inundaciones permitiendo a la comunidad plantar y también utilizar el agua aprovechada para el riego durante la estación seca, mejorando así su seguridad alimentaria".
Añadió que el proyecto de la comuna de Mpanda era un proyecto piloto y que había planes de ampliarlo para llegar a una zona y una población mayores.
"Con esta tecnología y este tipo de proyectos, aumentará la producción de alimentos y se reducirán los efectos negativos de las inundaciones y otros cambios climáticos", añadió.

El PNUMA también ha unido fuerzas con el PNUD y otros asociados para lanzar la Coalición para la Sostenibilidad Ambiental Digital (CODES), una iniciativa destinada a acelerar el uso de la tecnología digital para abordar algunos de los desafíos ambientales más acuciantes del planeta.
El PNUMA, el PNUD y otros asociados sobre el terreno siguen colaborando para ayudar a las comunidades de todo Burundi a adaptarse a los efectos del cambio climático.
La versión original de este artículo fue elaborada y publicada en inglés por el PNUMA el 8 de septiembre de 2022. Fue adaptada, editada y traducida por la Oficina de Coordinación del Desarrollo (OCD) de las Naciones Unidas.
Para saber más sobre el trabajo de las Naciones Unidas en Burundi, visite: Burundi.UN.org. Para saber más sobre los resultados de nuestro trabajo en la adaptación al cambio climático y otros ámbitos, lea el informe de la Presidenta del Grupo de las Naciones Unidas para el Desarrollo Sostenible sobre la OCD en 2022.