Política de las Naciones Unidas sobre evaluación y planificación integradas

La integración es el principio rector para el diseño y la ejecución de las complejas operaciones de las Naciones Unidas en situaciones de posconflicto y para vincular las diferentes dimensiones de la consolidación de la paz (aspectos políticos, de desarrollo, humanitarios, de derechos humanos, del Estado de Derecho, aspectos sociales y de seguridad) en una estrategia de apoyo coherente. Una misión integrada se basa en un plan estratégico común y en una comprensión compartida de las prioridades y los tipos de intervenciones programáticas que deben llevarse a cabo en las distintas fases del proceso de recuperación. A través de este proceso integrado, el sistema de las Naciones Unidas trata de maximizar su contribución a los países que salen de un conflicto mediante la participación de sus diferentes capacidades de una manera coherente y de apoyo mutuo. La integración se considera un modus operandi, en el que se pueden emplear varios instrumentos y mecanismos (como se indica a continuación) en función de lo que mejor se adapte a cada contexto específico. En el contexto de las misiones integradas, el/la coordinador/a residente se encuentra con una "triple función", combinando el cargo de representante especial del Secretario General a cargo del pilar humanitario/de desarrollo, además de sus responsabilidades como coordinador/a residente, coordinador/a de asuntos humanitarios y representante residente del PNUD.